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Los orígenes del primer cómic de la Era Marvel
A finales de la década de 1950 e inicios de 1960 la industria del cómic de superhéroes comenzó a dar signos de recuperación después de pasar por una grave crisis cuando cambiaron los gustos de los lectores al término de la 2ª Guerra Mundial (exigiendo historias más realistas de personajes más humanos) y sufrir un serio varapalo con la persecución del género de superhéroes emprendida por el Dr. Wertham y su libro La Seducción del Inocente [1].
Este renacimiento del cómic de superhéroes se debió a los esfuerzos de la Distinguida Competencia por modernizar a sus héroes, sabiendo adaptarse a los tiempos con unas historias y personajes diferentes; pero similares a las habidas en la Edad de Oro del cómic. Marvel Cómics (hasta entonces conocida como Timely Comics) decidió no quedarse atrás y el editor Martin Goodman le encargó al guionista de la casa Stan Lee la creación de un grupo de superhéroes que compitiera con los de la compañía rival.
Stan Lee fue más allá de las premisas editoriales sugeridas y, con la ayuda del dibujante Jack Kirby, creó a Los 4 Fantásticos. Su primer cómic apareció en noviembre de 1961. Los 4 Fantásticos resultaron innovadores para la época, ya que no dejaban de ser una familia de aventureros que no usaban, ni necesitaban, una identidad secreta para protegerse a ellos y a sus familiares de sus enemigos; en contraposición del estereotipo clásico del superhéroe visto hasta entonces.
Así mismo, su premisa argumental y el tratamiento aplicado a las personalidades de los héroes distaban una enorme distancia de los clásicos cómics de superhéroes, al aplicar Lee en estos cómics los recursos adquiridos después de escribir un buen número de cómics románticos y al establecer una continuidad número tras número que iba más allá del recurrente “reinicio” de los “viejos” cómics de superhéroes. En lo referente al tratamiento de las personalidades de los héroes, Lee y Kirby crearon unos personajes “realistas” y cercanos al lector, con sus dudas, sus problemas sentimentales, de salud o laborales que podría tener cualquiera; pero poseedores de la capacidad de superar todo eso para enfrentarse a sus enemigos y hacer el bien.
Añádase a esta interesante propuesta el buen hacer en los guiones y los dibujos de los creadores de este cómic y es comprensible el impresionante éxito que tuvo este título entre los jóvenes lectores de la época.
Analizando a los miembros de un cuarteto maravilloso
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