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Tal mes como este noviembre en el que estamos, pero de 1996 Nacho Carmona abrió una página web que, seguramente sin él saberlo, se convertiría en todo un referente dentro del mundo del cómic en España y cómo revolucionó un medio con el que tanto disfruta el creador de la web.
No voy a aburriros contando, otra vez, la historia de Dreamers, no. Que hoy me voy a poner un poco egocéntrico para contar lo que ha sido, es y será “Dreamers y yo”.
Por el año noventa y tantos yo no tenía Internet y sabía más bien poco de la cosa esa a la que uno podía acceder conectando el PC a la línea del teléfono.
Un artículo en el CyberP@ís sobre ciertos problemas que les estaba dando un servidor de Internet a las páginas que alojaba me abrió los ojos egoístamente y, gracias a los problemas que comentaban en el artículo que tenía Dreamers con su servidor, descubrí que existía una página web dedicada a los cómics.
Eso me animó a querer comprarme un modem, pero el dineral que debía pagarse entonces para usar Internet (pagar una tarifa por minutos a un proveedor de Internet, más otro tanto en concepto de llamadas locales a Telefónica) me animó a hacer lo contrario.
Un tiempo después un artículo publicado en un cómic de Fanhunter reanimó mis deseos de tener Internet para poder conectarme a Dreamers y la apertura de una Biblioteca con acceso gratuito a Internet en el centro cívico de mi barrio me permitió, por fin, adentrarme en eso que era Dreamers. Corría el año 1999.
Lo que más me llamaba la atención de esa época en Dreamers era el mítico Daily Dreamers gestionado por José A. Serrano, que ofrecía información reciente sobre el mundo del cómic y la posibilidad de descargarse el Previews en un fichero de texto, el Dream News de noticias USA o la primera versión del Advance Dreamers, llevado por un tan Juanmito.
Poco a poco fui involucrándome a Dreamers y, casi coincidiendo con la adquisición de un moden y la contratación de una conexión gratuita (aunque había que seguir pagando la factura a Telefónica) a Internet de esas que tan de moda estaban en el ya lejano año 2000, Nacho Carmona permitió que alojara mi fanzine Menhir dentro de Dreamers.
Luego me convertí en miembro de la Redacción de Dreamers (a que suena bien ese nombre) y el resto es historia.
Entre medias de tanto dato, se puede entrever que Dreamers me ha regalado buenos momentos, expandiendo mis inquietudes dentro de un medio que tanto me ha gustado y haciendo que conociera a bastantes personas a quienes considero, pese a la distancia que queda acortada por Internet, más amigas que a otras que tengo cerca y que puedo ver en persona casi todos los días.
Cierto que ha habido también malos momentos a nivel personal o “a nivel de Dreamers”, pero son esos momentos lo que te hacen valorar lo que tienes y a quienes tienes a tu lado en los malos ratos, ya sean propios o ajenos.
Es quizás por eso, por todo lo que ha aportado Dreamers a mi vida, por lo que considero al bicho parido por Nacho Carmona como algo “mío”, como si fuera ese “hermano” que siempre has tenido cerca y con el que has vivido tantas experiencias inolvidables.
No me alargo más. Aunque suene a tópico: Felicidades Dreamers y que cumplas muchos más.
José Luis Mora jmazarias@dreamers.es
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